Restauran la biblioteca más antigua del mundo y ahora será abierta al público

La biblioteca al-Qarawiyyin está ubicada en Marruecos, y su origen data del siglo IX. Tras casi 4 años de obra, se recuperaron partes del edificio como así también algunos de los textos emblemáticos. 

BIBLIOTECA AL-QARAWIYYIN. El patio de la universidad donde está la biblioteca (Samia Errazouki/AP Images).

Desde el mismo momento de su fundación en el año 859, la biblioteca al-Qarawiyyin ha sido un espacio adelantado a sus tiempos. El complejo, que cuenta además con una mezquita y una universidad, fue creado por una mujer llamada Fatima El-Fihriya. Hija de un rico inmigrante de al-Qayrawan (actualmente parte de Túnez), invirtió su fortuna para crear un centro de conocimiento que sirviera a la comunidad de Fez, la región donde está asentada. Doce siglos después, es el instituto educativo que aún sigue en funcionamiento más antiguo del mundo.

BIBLIOTECA AL-QARAWIYYIN. Imagen general de la sala de lectura.
En los más de 1200 años que pasaron desde su concepción, el edificio (y los manuscritos) han sufrido un deterioro natural. En base a eso, en 2012 se le encargó a la arquitecta Aziza Chaouni que hiciera un trabajo de recuperación de las distintas partes de la obra. Además, se tomó la determinación que la biblioteca, que antes había sido restringida para el uso solo de los estudiantes de la universidad, ahora pasará a estar abierta al público.

El trabajo de Chaouni se concentró no solo en reparar el edificio sino también en brindarle las condiciones necesarias para poder mantener sus trabajos y publicaciones más antiguas en estado óptimo. La imposibilidad de controlar la humedad y temperatura del aire significaban riesgos importantes para la importante colección de textos históricos, desde teología y leyes hasta gramática y astrología.

Otro requerimiento al que se enfrentó la arquitecta fue la de articular las diversas construcciones que fueron haciéndose a lo largo de los siglos, de manera tal que el conjunto tuviera una misma identidad. Esto significó no solo trabajar sobre la estética sino también nivelar los distintos pisos y reparar las fallas estructurales, sanitarias y eléctricas.

BIBLIOTECA AL-QARAWIYYIN. La entrada a la sala de lectura, con los mosaicos de entrada recuperados (Aziza Chaouni).
Las complicaciones surgieron por el orden de la construcción: cómo reemplazar materiales y técnicas constructivas que hace siglos que no se usan, o empezar a recuperar una pared solo para notar que había un fresco escondido bajo capas antiguas de pintura.

Además de los tramos recuperados, la intervención dirigida por Chaouni construyó una nueva zona administrativa y un café, además de zonas sombreadas para proteger a los visitantes de las altas temperaturas. Restaurar lo antiguo, con una mirada hacia el futuro.

Fuente: Clarín



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