Una pelota de papel: el fútbol, convertido en fenómeno editorial

La Copa América, los 30 años de México 86 y los Juegos de Brasil invitan a mirar el anaquel de novedades literarias, pero también futbolísticas.



En la presentación del cuento de Nicolás Burdisso del reciente libro Pelota de papel (Planeta), Alejandro Dolina sostiene que el fútbol resulta muy cómodo como alegoría de la guerra, ya que, escribe, "casi todas sus palabras provienen del lenguaje bélico: ataque, defensa, distracción, estrategia, táctica, valor, asedio". Pero el autor de Bar del infierno discrepa enseguida de la fácil metáfora: "Para muchos de nosotros, es al revés: el fútbol es la cosa y la vida es el símbolo".

Tampoco es muy directa la relación entre el fútbol y lo libresco (el símbolo del símbolo); por el contrario, las relaciones han sido más bien tirantes, un poco gracias a la división entre cultura alta (refinada) y cultura baja (grosera): lo elitista versus la pasión de multitudes.

Pero es posible que sea una grieta vetusta, o al menos en vías de terminar de saldarse con rapidez, debido en principio al cada vez más amplio mercado que genera la venta de libros futbolísticos, o incluso deportivos en general. "Ese preconcepto borgeano de que deporte y literatura no se pueden mezclar o que el deportista es bruto es en verdad una falacia", sostiene Juan Manuel Herbella, que jugó en Ferro y Quilmes, es médico y ahora se dedica al periodismo científico-deportivo. "Se puede leer y escribir de deporte como de cualquier cosa", afirma Herbella, que formó parte del colectivo de Pelota de papel y ha editado textos propios con el título de Entre ciborgs, fumados y locos (librofútbol.com).

Rodolfo González Arzac, editor de Planeta, cuenta que más allá del fenómeno de Yo soy el Diego de la gente (de 2000 y con más de 250.000 ejemplares vendidos), en la editorial para la que trabaja la tendencia de publicar libros filodeportivos se inició luego del éxito de la autobiografía "de" Martín Palermo en 2011. La explicación de las comillas, a cargo del propio Arzac: "Lo que se suele hacer es que lo firma el protagonista, pero por lo general hay un periodista o persona de confianza atrás, como en este caso Miguel Bossio. No son estrictamente escritores-fantasma: son transcriptores y ayudan al futbolista, lo graban y se encargan de la confección de los capítulos". Arzac agrega que es el mismo camino que siguió la flamante autobiografía de Bochini, que se está vendiendo muy bien (dos ediciones de 6000 ejemplares), como en su momento le pasó a la de Sergio "Kun" Agüero. Ahora está por salir la de Ariel Ortega y próximamente vendrá la de Leandro Romagnoli con similar formato.


Mundial maradoniano

Pero en esa constelación sobresale la luz de Diego Maradona. A 30 años de la epopeya que comandó en tierras aztecas, aparece en librerías Mi Mundial, mi verdad (Sudamericana), con una tirada inicial de 52.000 ejemplares. En este caso, el partero de la obra maradoneana es el periodista y amigo del ex jugador Daniel Arcucci.

"Maradona es un fenómeno cultural que excede todo encasillamiento", dice Arcucci, que cuenta que el libro salió en 18 países y seis idiomas y que el anterior (para el que también colaboró, junto con Ernesto Cherquis Bialo) se tradujo a idiomas como el chino, el holandés y el sueco, y no meramente al inglés o al francés. "Lo interesante es que Diego no sólo se limitó a recordar lo que pasó entonces, sino que mira ese 1986 con los ojos de 2016. Hoy sigue siendo el último Mundial que ganó la Argentina, y eso es un marco para mirar y comparar", agrega.

La dedicatoria del libro de Maradona es una enumeración tan extraordinaria que hubiera hecho las delicias de Umberto Eco: conviven don Diego y doña Tota con "Rocío, que me acompaña siempre; Francisco y los que luchan por la paz del mundo; Cristina, Moreno y La Cámpora" con el sheik Mohamed bin Rashid Al Maktum, el principito Hamdam bin Mohamed Al Maktum; Menotti, Palermo y Schiavi, entre decenas de dedicandos.

Ese mágico junio de hace tres décadas también tuvo un juego clave, que generó un libro singular. En El partido. Argentina-Inglaterra 1986 (Tusquets, colección de crónicas dirigida por Leila Guerriero), el periodista Andrés Burgo reconstruye con espíritu de orfebre detalles de esos noventa minutos, que "son mejores que cualquier ficción", dice el autor. Por esa razón es que Burgo no cree necesario novelar nada: en el fútbol está todo, sólo hay que contar lo que sucede.


Las diferencias

Otra variante que viene en ascenso en el mercado editorial tiene que ver con la autoayuda, donde los protagonistas del deporte cuentan el porqué de su éxito. "Javier Mascherano (que también tiene una biografía clásica, Jefe, escrita por Andrés Eliceche y Alfredo Ves Losada) publicó un libro titulado Los 15 escalones del liderazgo y vendió cerca de 20.000 ejemplares. Acaba de salir Creer. El desafío de superarse siempre, de Diego Simeone. Son como una bajada de línea emotiva", agrega Arzac. Otra opción son los de semblanzas y anécdotas, como Historias insólitas de los Juegos Olímpicos, de Luciano Wernicke, o el de Gonzalo Bonadeo, Pasión olímpica, que sale el mes que viene. También habrá un volumen sobre la Generación Dorada de básquetbol, Dorados y eternos, a cargo de Pablo Pokorski y Matías Baldo.

La última vertiente tiene que ver con la ficción deportiva. Con antecedentes ilustres en el país -como Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa y el propio Dolina, entre otros-, es la celebridad de Eduardo Sacheri la que volvió a poner el género entre los más vendidos. Los dueños del mundo (Alfaguara) lleva vendidos más de 30.000 ejemplares. En la misma senda, Emecé decidió publicar por estos días El yeso de Van der Kerkhof, de Eduardo Bolaños, que ya era autor de libros de pequeñas historias como Esto (también) es fútbol y Esto (también) es fútbol de selección.

En ese sentido, el citado Pelota de papel es algo que no existía, recalca su compilador, Juanky Jurado. "Nace de la inquietud de Sebastián Domínguez y Agustín Lucas, dos jugadores con ganas de escribir. Le sumamos más jugadores, le agregamos ilustradores y presentadores. Terminaron siendo 73 autores", remarca. "La mayoría son ficciones, no meramente anécdotas y episodios autobiográficos; es más, hasta hay un cuento de ciencia ficción, a cargo de Gustavo Lombardi", agrega. El libro tiene los derechos cedidos a entidades solidarias y los compiladores lo llevan a las pensiones de futuros futbolistas para que no dejen de leer y estudiar. Ahí también los libros imitan la vida.


Línea de cinco selectos

Títulos recientes para acercarse al fenómeno

Mi Mundial, Mi verdad

Autor: Diego Maradona

Editorial: Sudamericana

Precio: $ 249

Los recuerdos del capitán del seleccionado que ganó el último torneo internacional para la Argentina, a tres décadas de la proeza en tierras mexicanas


El Partido. Argentina-Inglaterra 1986

Autor: Andrés Burgo

Editorial: Tusquets

Precio: $ 319

Por esta crónica pasan decenas de testimonios sobre los noventa minutos que más dieron que hablar en toda la historia del deporte


Pelota de papel

Autor: Varios

Editorial: Planeta

Precio: $ 350

Relatos de ficción escritos por jugadores y ex jugadores de fútbol, con ilustraciones y presentadores de lujo


Lanzamientos de julio y agosto

Pasión olímpica

Autor: Gonzalo Bonadeo

Editorial: Sudamericana

Los secretos mejor guardados de los Juegos, contados por el periodista que mejor los ha cubierto en los últimos años


Fútbol: el juego infinito

Autor: Jorge Valdano

Editorial: Sudamericana

Explica que el fútbol es un negocio sin fronteras que genera emoción en perpetua renovación y convierte a los aficionados en clientes


Fuente: La Nación

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