Digitalizan un libro desplegable del siglo XVII

Hoy hay libros desplegables que dejan a los niños boquiabiertos. Como por arte de magia, el típico formato bidimensional de un libro adquiere una tercera dimensión al desplegarse. Los dinosaurios, las casas y los barcos cobran un realismo asombroso. Los libros desplegables se inventaron hace siglos, pero no precisamente para entretener a los niños, sino a los adultos.


El equipo de conservadores utiliza una espátula y un vidrio para evitar que las solapas se doblen demasiado durante la digitalización de la obra. Foto: Augustus C. Long Health Sciences Library / Columbia University Medical


Con gran tesón y paciencia, un equipo de conservadores de las Bibliotecas de la Universidad de Columbia (Nueva York) ha digitalizado un libro desplegable de medicina del siglo XVII, según informa el Centro Médico de la Universidad de Columbia en un comunicado. Se titula Kleiner Welt Spiegel, das ist, Abbildung go?ttlicher Scho?pffung an dess Menschen Leib (Ulm, 1661) y es una traducción al alemán del libro Catoptrum microcosmicum, escrito por Johann Remmelin y publicado originalmente en latín en 1613.


Las figuras que diseñó Remmelin tienen diferentes capas de papel superpuestas que representan las diferentes envolturas del cuerpo humano, desde la piel hasta los órganos internos y el esqueleto. "El libro estaba destinado al lector curioso, lego en medicina, y no tanto al estudiante de medicina o al médico", señala el comunicado. "La obra de Remmelin fue un best-seller científico en su época. Fue reimpresa numerosas veces a lo largo de los siglos XVII y XVIII y traducida al holandés, francés y alemán", añade.



Las figuras desplegables representan a un hombre y una mujer juntos; la barriga de una mujer embarazada; un hombre solo y una mujer sola. Hay unas 120 solapas en total. Antes de emprender el proceso de digitalización se tuvo que reducir una mancha oscura que dificultaba la lectura del texto. A continuación se desplegaron las imágenes con el uso de espátulas, colocando encima un vidrio protector para que no se doblasen del todo, y se fotografiaron una a una. Se necesitaron entre tres y cuatro conservadores para llevar a cabo todo el proceso. Aquí está el resultado.


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