Los grandes perdedores del Nobel de Literatura

Conocido el nombre del ganador del Premio Nobel de Literatura, la gente de Lobropatas ha hecho la otra lista, la de los perdedores.
Murakami y Leonardo DiCaprio, los eternos postergados en los premios

Un año más, la Academia Sueca ha anunciado quién es el ganador del Premio Nobel de Literatura. Este año Patrick Modiano se ha llevado (y ha sorprendido un poco: aunque estaba en las quinielas no era de los grandes favoritos) el galardón. Pero si unos ganan, otros pierden: estos son los grandes perdedores del Nobel de Literatura 2014.


- Ngugi Wa Thiog´o. El escritor en lengua kikuyu fue uno de los nombres que empezó a pegar fuerte en los últimos días en las encuestas. Llegó a estar hasta en segunda posición después del eterno favorito, Haruki Murakami. Hubiese sido una elección bastante llamativa y, sobre todo, una muy interesante desde el punto geopolítico. El Nobel de Literatura ha distinguido, sobre todo, a autores europeos o de lenguas europeas. Al menos, Thiog’o ha conseguido aparecer en muchos medios que nunca se habría preocupado si no de las literaturas africanas.


- Las literaturas de lenguas minoritarias. Los ganadores de la lista de escritores premiados de los 111 años de premios Nobel de Literatura pertenecen sobre todo a lenguas habladas de forma masiva. Las lenguas minoritarias están representadas con los únicos ganadores en yidis, en occitano (y este fue Frédéric Mistral hace mucho, mucho tiempo) o el serbo-croata. Cierto es que hay lenguas con millones de hablantes que tampoco tienen muchos premios: el portugués solo cuenta con un Nobel de Literatura y el chino con dos. La cuestión es ¿realmente hay menos escritores proporcionalmente hablando que merezcan el premio entre las lenguas del mundo que no son el inglés (la líder con 27 premios) o el francés (14)? Para las lenguas minoritarias es mucho más difícil conseguir visibilidad y hacerse notar entre las decenas de candidaturas que recibe la Academia Sueca (incluso es difícil ser una de las lenguas candidatas)

- Haruki Murakami. Murakami es el ganador de todas las ediciones de los últimos años de los premios Nobel de Literatura… hasta el momento en el que se hace público el nombre real. El pobre escritor debe estar harto de que todo el mundo lo de por ganador cada año y (esperemos) debe dar por sentado ya que no se lo van a dar nunca.


- Philip Roth. Roth es, para muchos, el gran escritor estadounidense del siglo XX y para muchos otros también quien debería ganar de una vez por todas el Nobel de Literatura. Como explica una columnista en The Guardian, Roth debe esperar cada año la llamada desde Suecia en la oficina de su agente para volver año tras año con las manos vacías (y tal como lo cuenta tiene cierta poética postmoderna). ¿Por qué no gana? La columnista da unas cuantas explicaciones que parecen bastante convicentes. Al jurado no le gusta premiar a los escritores que venden de forma masiva (¿son un poco hipsters?) y además tampoco es que les encante premiar a escritores estadounidenses. Pueden permitirse ser un poco literariamente snobs. Y eso a Roth no le beneficia mucho.


- Las escritoras. El Nobel de Literatura no debería darse por cuotas, pero lo cierto es que los escritores van ganando por goleada sobre las escritoras. ¿Es que ellos escriben de entrada mejor que ellas? La historia no beneficia a las autoras y la Academia Sueca (a pesar de Munro) realmente tampoco. Muchos creen que solo premian a escritores blancos (y quizás pretenciosos). Pero lo cierto es que no solo es una cuestión de la Academia: si se miraban las quinielas eran autores (hombres) quienes copaban todas las apuestas y quienes conseguían el beneficio de la crítica. Teniendo en cuenta que la crítica seria suele escorar hacia los escritores y marginan a las escritoras (y solo hay que ver los informes anuales que hace VIDA sobre qué publican los medios que marcan la intelligentsia literaria) a ellas posiblemente les cueste más incluso llegar a ser autoras candidatas entre esa primera y masiva remesa.

Texto: Raquel C. Pico
Ilustración: Cinismo ilustrado
Fuente: Libropatas

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