Penguin Random House sigue creciendo: compró Alfaguara al grupo Prisa

MADRID.- El mayor grupo editorial del mundo, Penguin Random House, dio ayer otro paso de gigante para dominar el mercado del libro en castellano, al adquirir por 100 millones de dólares Alfaguara y los demás sellos literarios que eran propiedad de la española Santillana.


Con esta operación, Alfaguara, Taurus, Aguilar, Suma de Letras, Altea, Fontanar y Punto de Lectura se sumarán a la red de la multinacional germano-británica, que ya gestiona Sudamericana, Mondadori, Plaza & Janes, Grijalbo, Lumen y Debate.

Penguin Random House (PRH) surgió en julio del año pasado como fruto de la fusión entre las divisiones editoriales de las empresas Pearson y Bartelsmann, en plena batalla por reorientar un negocio amenazado por el desarrollo global de la megalibrería electrónica Amazon. Más de 10.000 empleados, 260 sellos editoriales, 16.000 títulos publicados al año y un catálogo con 75 premios Nobel la convirtieron en un conglomerado de dimensiones incomparables.

Al comunicar el acuerdo con Santillana, los nuevos dueños de Alfaguara garantizaron que los cambios para los autores y los lectores no serán abruptos.

"Mantendremos la identidad y la independencia de todos los sellos. Los autores seguirán siendo nuestra prioridad y nos esforzaremos por ofrecer un apoyo editorial y comercial de la mayor calidad para sus libros", dijo Nuria Cabutí Brull, directora general de Penguin Random House Grupo Editorial, la filial en lengua hispana de la compañía (con sede en 22 países, incluida la Argentina).

La compra de los sellos de Santillana colocará bajo un mismo editor las obras de Mario Vargas Llosa y de Gabriel García Márquez; de Julio Cortázar y de Jorge Luis Borges; de premios Nobel como Orhan Pamuk y J.M. Coetzee.

Alfaguara cuenta con uno de los catálogos más ricos en habla hispana: además de Vargas Llosa, Pamuk y Cortázar, publica a Javier Marías, Arturo Pérez Reverte, Fernando Vallejo, Günter Grass, John Banville, Gay Talese, Carlos Fuentes, José Saramago y Tomás Eloy Martínez, entre otros cientos de autores.

Fundada en 1964 por Camilo José Cela (que sería Nobel en 1989), la editorial fue adquirida en los años 80 por Santillana, del grupo Prisa, que la convertiría con el tiempo en una de las editoriales más activas en América latina.

La venta a PRH se negociaba desde el segundo semestre de 2013, pese a que los involucrados desmintieron una y otra vez los rumores mientras la Comisión Nacional de la Competencia de España analizaba los alcances de la jugada.

Prisa -editora del diario El País- atraviesa una delicada crisis que la obliga a buscar liquidez para hacer frente a una deuda superior a los 4400 millones de dólares y unas pérdidas incontenibles que el año pasado alcanzaron los 894 millones de dólares (en su mayoría originadas en su división televisiva).

Las dos empresas decidieron que -cumplidos los trámites legales- lo mejor era anunciarlo ayer, horas antes de la ceremonia en la que se concederá en Madrid el premio Alfaguara 2014, para el que compiten 872 manuscritos de España y América latina. Este año, además, la editorial desplegará una agenda internacional de festejos por su aniversario número 50.

Al desprenderse de sus sellos de literatura y ensayo, Santillana eligió concentrarse en su negocio más rentable (que aporta el 87 por ciento de sus ingresos): el de los libros infantiles y educativos.

"Éstos son tiempos que exigen poner todo el foco en la actividad que desde los orígenes de la compañía mejor define su negocio principal. Queremos poner todo nuestro esfuerzo en servicio de una nueva y mejor educación", declaró Miguel Ángel Cayuela, CEO de Santillana, durante el anuncio de la venta.

El mercado del libro en habla hispana quedará ahora concentrado de una manera sin precedente entre dos grandes grupos, PRH y el catalán Planeta.

Además, la multinacional Pearson y Bartelsmann apunta a penetrar en Brasil, donde Santillana tenía el sello Objetiva (dueño de los derechos en portugués de autores internacionales como Haruki Murakami, Vargas Llosa y Jon Lee Anderson, junto con figuras de peso en la literatura brasileña).

Markus Dohle, director general de PRH, viajó a Madrid para la firma del acuerdo y destacó como una de las prioridades potenciar la expansión de la editorial en Brasil.

"Nuestra intención es fortalecer el compromiso a largo plazo con la publicación de libros en español. Incrementamos nuestro potencial comercial y literario en uno de los mercados lingüísticos más dinámicos del mundo", dijo el ejecutivo.

El negocio editorial en habla hispana enfrenta una situación complicada, con caídas sostenidas de ventas en casi todos los países iberoamericanos. España -el mayor productor y consumidor de libros en castellano- registró en 2013 el sexto año de derrumbe, con una baja de 15 por ciento.

Las fusiones empresariales apuntan a abaratar costos de distribución y promoción como forma de hacer frente a la competencia con las grandes distribuidoras electrónicas y a la creciente piratería.

Fuente: La Nación

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